Remolques de bicicleta para niños: elegir el modelo adecuado

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Desde hace un tiempo ir en bicicleta está experimentando un auge imparable. Y  no solamente se utiliza cada vez más para acudir al trabajo u otros menesteres, sino para disfrutar del tiempo libre con los  más pequeños de la casa. Ahora con la llegada del buen tiempo, las salidas del fin de semana son un aliciente que nos ayuda a superar el día a día.  Una jornada al aire libre en bicicleta es una opción agradable y saludable,  en la que ahora pueden participar los más pequeños gracias al remolque de bicicleta para niños

Son muchas las razones por las que comprar un remolque de bicicleta como los que encontrarás en la web y tiendas de Miró. La principal de ellas es que permiten que los más  pequeños de la casa vayan contigo,  disfrutando igual que tú del paseo en bicicleta.

Y todo eso de forma cómoda y segura, que es lo más importante. Pero vamos a profundizar más en estos motivos y a ver otros por los que merece la  pena tener  un remolque de bicicleta para niños.

 

 

Razones para tener el remolque

Quizás a ti te encanta el ciclismo pero tus hijos todavía son demasiado pequeños para manejar una bicicleta y así  poder acompañarte. La buena noticia es que con un remolque de una  o dos  plazas ya será posible compartir todos juntos un agradable paseo al aire libre. Algunos modelos de remolque pueden transportar hasta 2 niños mayores de 18 meses de edad,  y un total de 40 kg de peso. Y si también te gusta ir a correr, el mismo  remolque puede convertirse en carrito de empuje para corredores.  Este modelo de remolque bicicleta  es uno de los Homcom que encontrarás en Miró. 

Otra de las ventajas que ofrecen estos remolques es que son más seguros que las sillas para bicicleta, además de más cómodos para llevar a niños a partir de los 7 meses de edad. 

Los remolque de bicicleta para niños cumplen con las normas máximas de seguridad. Dependiendo del modelo, incorporan los siguientes elementos:  cinturones de seguridad de 5 puntos; freno de estacionamiento; bandera de señalización, neumáticos resistentes, reflectantes delanteros, traseros y laterales y  ganchos de seguridad.

También disponen de un diseño que protege del sol, del viento y de la lluvia, pero permitiendo al mismo tiempo  disfrutar del paisaje. Y en caso de accidente,  difícilmente vuelcan, especialmente si son de tres ruedas.

Pero además de transportar a los niños pequeños, que es su principal función, los remolques para bicicletas también sirven para transportar carga de lo que necesitemos, dependiendo del tamaño que escojamos. Pueden transportar mascotas, maletas, bolsas de la compra, etc. 

 

La  importancia del diseño de los remolques

Los remolques de bicicleta para niños ofrecen diferentes  diseños, pudiendo ser de una plaza o de dos. 

  • Remolque de  una  plaza: pueden transportar solamente  un niño, y también pueden transformarse en carrito de empuje para correr.
  • Remolque de dos plazas: ideal para gemelos o para dos niños pequeños con poca diferencia de edad.  También  para  cuando  se prefiera de un espacio más amplio. 

Además  de diferenciarse por el número de plazas, los remolques  pueden variar  de límite  de peso o número de  ruedas. Por lo que al peso máximo permitido se refiere,  conviene tener en cuenta que los niños crecen con rapidez, por lo que siempre es preferible escoger un modelo que resista más  kilos que los que pese el niño al comprar el remolque. 

Y sobre el número de ruedas a escoger, dependerá de tres factores: el nivel de seguridad buscado,  el terreno sobre el que se vaya a pedalear  y el presupuesto. Los modelos de  remolques más seguros y estables son los de tres ruedas, tipo triciclo, pero también son los más caros.

Los remolques de dos ruedas son los más sencillos y económicos, pero si se usan siguiendo las medidas de seguridad recomendadas y sobre terrenos  lisos y estables, cumplen bien su función.

Otros dos elementos del diseño que conviene tener en cuenta son el material de fabricación del remolque, y la amortiguación. Es importante que el material sea impermeable y resistente al viento, para proteger al niño de la lluvia y el polvo.

También que tenga material acolchado en su interior para que resulte cómodo y brinde una función protectora contra la humedad o los cambios bruscos  de temperatura. Por lo que se refiere  a la amortiguación, conviene que sea de calidad para contrarrestar los posibles baches,  así el paseo será lo más cómodo  y seguro posible.

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