Una de las actividades más creativas y divertidas para compartir con los niños es cocinar. Se trata de una oportunidad que permite a padres y madres interactuar con sus hijos, creando algo juntos y con la expectativa de que resulte en una receta deliciosa de la que pueda disfrutar toda la familia.
En algunos casos y dependiendo de la edad, también se puede dejar que los niños se encarguen casi por completo de elaborar la receta, eso sí, teniendo cerca a un adulto para echarle un oportuno cable cuando convenga.
Cocinar es beneficioso para los niños porque potencia su autonomía y desarrolla su motricidad. Pueden aprender o desarrollar algunas habilidades, al tiempo que se les transmite la afición a la cocina, a conocer las propiedades de los alimentos y a aficionarse por la comida sana. En realidad es una forma de educar al mismo tiempo que genera diversión, y no solamente para los más pequeños de la casa, porque sus padres seguramente gozarán tanto como ellos o más.
A simple vista puede parecer que si los niños cocinan se verá seriamente comprometido el orden y la limpieza de la cocina, pero no tiene por qué ser así. Todo depende de cómo nos organicemos, por ejemplo: antes de empezar a cocinar, podemos dejar preparados todos los utensilios que vayamos a utilizar en un lado, y en otro lugar próximo los ingredientes de la receta. El resto de la cocina deberá estar perfectamente recogido, y así se evitará un posible caos. Si los padres saben establecer algunas normas previas como si se tratasen de las reglas de un juego a seguir, los niños se esforzarán más y mejor en cumplirlas.
Recetas sencillas para los pequeños chefs
La mayoría de los postres, dulces o repostería en general, son los platos favoritos de los niños, y su preparación resulta más fácil y divertida. En muchas recetas de este tipo se utiliza el horno, una forma de cocinar más limpia y sencilla que el resto: solamente hay que colocar en su interior el recipiente con su contenido a hornear, programar el tiempo, y listo.
Vamos a ver alguna receta de este tipo, como el brownie de chocolate con pasas y nueces. Ingredientes:
- 150 gr chocolate con leche o negro (a escoger).
- 100 gr de mantequilla.
- 2 huevos.
- 220 gr de azúcar.
- 100 gr de harina
- Nueces y pasas al gusto
Preparación:
- Colocar el chocolate y la mantequilla troceados en un recipiente al baño María. Mientras tanto, batir los huevos mezclados con el azúcar durante 5 minutos.
- Cuando ya se ha derretido el chocolate con la mantequilla, añadir el huevo batido e ir alternando con la harina tamizada.
- Añadir las nueces troceadas y las pasas.
- Untar con un poco de mantequilla el recipiente para el horno y enharinarlo después. Colocar a continuación la mezcla preparada en su interior.
- Hornear a fuego medio durante unos 25/30 minutos, hasta que veamos que la superficie empieza a resquebrajarse y el interior está blando.
- Sacar del horno, dejar enfriar, y disfrutar solo o acompañado con un poco de nata.
Otro postre para preparar en el horno que divierte especialmente a los niños son las galletas. Veamos cómo se preparan unas deliciosas galletas con pepitas de chocolate.
Ingredientes:
- 400 gr. de harina de trigo
- 5 gr. de levadura química (equivale a una cucharadita)
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 200 gr. de azúcar moreno
- 200 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 200 gr. de chocolate en trocitos o pepitas
- 2 huevos
- 1 pizca de sal
- 15 ml. de esencia de vainilla
Preparación:
- Mezclar en un bol grande la mantequilla, el azúcar y la esencia de vainilla. Amasar con varilla o con las manos, algo que suele encantar a los niños.
- Agregar los huevos batidos, la levadura, la sal y los trocitos de chocolate. Remover bien para integrar los ingredientes, añadiendo la harina poco a poco y amasando para que no queden grumos.
- Una vez lista la masa colocamos papel de horno en la bandeja y aplastamos las porciones de masa de galleta para darles forma. Primero podemos formar una bola y después la aplastamos, procurando que todas queden del mismo tamaño. las colocamos dejando una separación de unos 2 centímetros.
- Precalentamos el horno a 200 grados durante 10 minutos y colocamos en su interior la bandeja con las galletas durante 10 o 12 minutos más.
- Transcurrido este tiempo, y aunque aparentemente las galletas no se vean muy hechas, hay que retirarlas del horno porque la masa se endurece cuando se enfría.
- Dejamos reposar las galletas hasta que acaben de enfriarse, y las disfrutamos como queramos.
Una receta fácil para que los niños coman fruta
Para los más pequeños de edad, hay un postre especialmente fácil de preparar, que no requiere cocción: las brochetas de fruta. Impactan visualmente y son un “cebo” para que los niños se animen a comer fruta. Se pueden emplear muchas frutas en su preparación, aunque las más recomendadas son los fresones, el plátano, las uvas, la piña y el kiwi.
Suelen combinarse una variedad máxima de cuatro frutas diferentes en cada brocheta. Por ejemplo: en una brocheta alternar un fresón, un taco cuadrado de piña, una uva grande, y un trozo de kiwi del mismo tamaño que el de piña. El resultado es tan vistoso como apetitoso.
Para preparar las brochetas de fruta se pueden emplear palos de madera para asar pinchos de carne. El procedimiento en muy sencillo:
- Dejamos a punto los palos de madera.
- Lavamos bien la frutas, troceamos las que lo requieran (por ejemplo, el plátano, la piña y el kiwi, los fresones y las uvas se usan enteras) y las colocamos sobre papel absorbente.
- Cuando están secas las armamos en el pincho de forma alterna, para que destaquen los colores.
- Colocar las brochetas ya montadas de forma alineada en una bandeja de servir. ¡Y sorprender a los comensales con una entrada triunfal del postre!
Con un poco de imaginación es mucho lo que se puede conseguir, y la cocina se convertirá en uno de los lugares más divertidos de la casa para disfrutar en familia.