Cómo distribuir los electrodomésticos en la cocina
La cocina es una de las estancias más importantes de la casa. Y no solamente por ser el lugar donde se almacenan y preparan los alimentos, sino porque también suele destinarse para desayunar, comer, merendar e incluso recibir algunas visitas. La cocina es por tanto el corazón de la casa, un punto de encuentro donde compartir menús, cafés, charlas e incluso confidencias.
Por este motivo, con el paso del tiempo la faceta práctica de la cocina ha evolucionado a la par de la estética. Esto significa que, si bien el diseño es importante para sentirse a gusto, la correcta distribución de los electrodomésticos no lo es menos. Vamos a ver las recomendaciones de los profesionales del interiorismo en este sentido.
Definir el “triángulo de trabajo”
Delimitar bien este espacio imaginario, debería ser siempre el punto de partida para la distribución de los electrodomésticos. El llamado “triángulo de trabajo” debe contener la zona de cocción, lavado y almacenamiento. Lo más recomendable según los expertos es que las áreas de cocción y lavado formen parte de una misma línea o, en todo caso, formando un ángulo de 90º.
Otro triángulo igualmente importante es el compuesto por el fregadero, la cocina y el frigorífico, que representan tres puntos estratégicos de la cocina. Por lo tanto, le llamaremos “triángulo de oro”, que a diferencia del “triángulo de trabajo”, debe contener sus tres elementos lo más próximos posible. Así, la manipulación y preparación de los alimentos será más sencilla y efectiva. No obstante, si la cocina está demasiado cerca del frigorífico, este último puede dañarse.
Desde el punto de vista de la funcionalidad, la distribución de los electrodomésticos en la cocina debe seguir unas pautas. En el caso del lavavajillas, lo ideal es colocarlo cerca del fregadero. Esto no solamente se debe a la toma de agua y desagüe, sino por comodidad, ya que suele pasarse un poco de agua por algunos platos antes de colocarlos en el lavavajillas.
Con el frigorífico, el tamaño sí importa, y mucho. Si es un frigorífico americano, un estilo que está cobrando mucha aceptación, hay que saber que acostumbran a tener aproximadamente 10 cm más de fondo que los frigoríficos convencionales. Este detalle les puede hacer sobresalir con facilidad del resto de mobiliario, a no ser que éste tenga las mismas dimensiones de fondo que el frigorífico americano.
Algunos errores frecuentes y otras cuestiones en la distribución
La colocación de la zona de fuego o el fregadero pegadas a una pared, suele ser un error bastante común que conviene evitar. Ambos casos requieren disponer de espacio a los dos lados tanto por estética como por seguridad.
La colocación del horno y del microondas también suele ser un punto a debatir. Una solución que se está adoptando cada vez con más frecuencia, es su colocación en columna. A nivel estético, esta opción “tipo columna” queda atractiva, pero no conviene en todos los casos.
Más allá de los electrodomésticos estrella de la cocina, como la lavadora, el lavavajillas, el horno y el frigorífico, los pequeños electrodomésticos cada vez cobran más protagonismo. Tostadora, cafetera, licuadora, exprimidor, robot de cocina… La colocación de todos ellos también supone un reto. Lo más práctico es tenerlos lo más a mano posible, especialmente los que usamos muy a menudo. El resto es preferible guardarlos en el interior de un armario: así se aprovecha mejor el espacio de mármoles y superficies, y los pequeños electrodomésticos se mantienen más limpios.
Volviendo al factor estético, cuando ésta prima en una cocina, los electrodomésticos panelados son la solución ideal: reúnen tanto estética como funcionalidad. Se trata de una solución que se integra en el diseño guardando perfecta armonía con el mobiliario. El resultado es un efecto muy depurado y elegante.
Esperamos que nuestros consejos en la distribución de electrodomésticos te haya resultado práctica: llegado el momento de elegirlos, cuenta con el amplio catálogo de Miró para acertar.
